lunes, 10 de septiembre de 2012

Ardilla sin alas



Ardilla sin alas,
voladora.

¿Cómo puedes saber que la rama
a la que saltas,
en azarosa elección,
allá en lo alto,
no se doblará ante tu peso?

¿Son siempre los mismos
los caminos que recorres?

¿Qué mapa invisible
guía tus patas y tu cola
para hacerte
una pequeña gacela
de las ramas?

Esa veloz gracia
yo la quisiera
para andar por el mundo
sin dar tumbos,
para saber en cada instante
lo que quiero,
para moverme entre los días y las horas
como tú, ardillita,
por el cielo.


Toronjil, diciembre 2008

No hay comentarios:

Publicar un comentario