6.
Arrecian
los dolores
de Aixa.
Camina
doblada
y lenta.
Por momentos
se detiene
y gime.
Busca
la sombra
del gran árbol
lejos
de las tiendas.
Sus hermanas
mayores
la siguen.
Serenas,
conocen
lo que la espera.
Grita,
maldice,
se retuerce,
se lamenta.
Su primogénito
se abre paso
con fiereza
para llegar
a este mundo.
Pronto tendrá
su hocico húmedo
olisqueando
entre sus senos
morenos.
Su ropa
tendrá el olor
dulce
y agrio
de la leche.
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